El Caso Bárcenas amenazaba con ser para el PP mucho más que
un caso de corrupción de explosión controlada. Y así está siendo. Hasta ahora,
cuando un sinvergüenza comprometía la honestidad de la derecha, desde Génova 13,
sabedores del espesor del envilecimiento ajeno, disparaban con la metralleta
del Y tú más a diestro y siniestro. El
debate se empantanaba, los medios aflojaban y hasta otra. Pero Luis Bárcenas ha
convertido a su partido en una pira, donde Mariano Rajoy se está achicharronando
y no sabemos si, cuando el fuego se extinga, el Presidente será sólo cenizas o se
alzará con un dragón en el hombro, dispuesto a conducir su
khalasar hacia lo importante.
«¿Con que V. ya estará prevenido de su blondo pelucón para encasquetársele como los demás golillas? Pues, no señor: no se corte V. el pelo: yo se lo mando. Haga que se le ricen en la espalda como a los ministros del Parlamento de París, y comience a desterrar tales zaleas, que en nada contribuyen al decoro y dignidad de la toga.» El Conde de Aranda a Gaspar Melchor de Jovellanos
domingo, 28 de julio de 2013
domingo, 21 de julio de 2013
Llamadle mourinhista
"La clave de la inusitada intensidad con que los equipos de Mourinho afrontan la totalidad de sus temporadas se debe a la presencia de seis factores que definen un gran equipo y que tanto nos hemos empeñado en exigir como condiciones de la modernidad de un club: (1) Tener un modelo de juego propio, (2) adaptarte a tu rival, (3) reproducir con éxito el juego en el entrenamiento, (4) no elegir competiciones, (5) evitar injerencias externas –prensa, directiva, aficionados– en la rutina del equipo y (6) nada de clientelismos ni privilegios de vestuario: que cunda la hermosa e implacable meritocracia."
jueves, 18 de julio de 2013
Otra portada polémica
La portada de la revista Rolling Stone con el careto lánguido de Dzhokhar Tsarnaev, uno de los presuntos
autores del atentado de Boston del pasado mes de abril, incide en el debate
sobre la banalidad del mal. Aparece como una glosa a la película de Von Trotta
sobre Hannah Arendt, tan blogueada y tuiteada estos días.
A mí, que no he visto
la película y que me mareo cuando la polémica alcanza espumas teológicas, me
basta esta frase de disculpa de la revista:
[Tsarnaev que] "es un joven, y del mismo grupo de edad que
muchos de nuestros lectores, hace que sea aún más importante para nosotros
examinar la complejidad de este problema y obtener una comprensión más completa
de cómo ocurre una tragedia como ésta”.
miércoles, 3 de julio de 2013
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