- Nos interesa la estética rompedora, con los androides como metáfora de este tiempo de egos aislados y dificulatad para la comunicación (Galatha, AKA Amy Martin, AKA Irene Zoe Alameda).
- En España, por ejemplo, con una legislación muy proactiva hacia la igualdad, el peso de la tradición es en ocasiones insoportable, y consiguientemente los medios de comunicación encumbran a hombres de la cultura, al tiempo que segregaban a las mujeres al espacio de lo especial y anecdótico (Amy Martin, AKA Galatha, AKA Irene Zoe Alameda).
- A lo largo de los más de dos años en los que colaboré con Ideas, incluso mantuve conversaciones telefónicas con miembros de la Fundación en las que encarné a Amy Martin, y llegué a dotarle de rostro para ilustrar un libro en el cual ella participó de forma activa como analista político y como "negra" de algunos otros autores (Irene Zoe Alameda, AKA Amy Martin, AKA Galatha).
«¿Con que V. ya estará prevenido de su blondo pelucón para encasquetársele como los demás golillas? Pues, no señor: no se corte V. el pelo: yo se lo mando. Haga que se le ricen en la espalda como a los ministros del Parlamento de París, y comience a desterrar tales zaleas, que en nada contribuyen al decoro y dignidad de la toga.» El Conde de Aranda a Gaspar Melchor de Jovellanos
domingo, 27 de enero de 2013
Frases ortoseculares
miércoles, 23 de enero de 2013
Melenas al viento (II)
Fue en efecto Jovellanos el
primer magistrado que dejó de usar la peluca de estilo; y su ejemplo, imitado
por otros en cuanto se supo que era tal el gusto del presidente del Consejo,
desterró esa costumbre de los tribunales españoles. Lo cual, dicho sea de paso,
ocasionó algunas punzantes murmuraciones contra el joven alcalde, puesto que imaginaron
muchos que era el deseo de lucir su figura lo que le obligaba a prescindir del ridículo
adorno. Porque era Jovellanos de proporcionada estatura, airoso de cuerpo, de semblante
agraciado y expresivo, ojos rasgados y vivos y larga y rizada cabellera, y de
modales sueltos y elegante; su vestido siempre esmerado, su voz agradable y
simpática, su conversación amena y entretenida. Era religioso sin afectación,
ingenuo, sencillo como un niño, siendo fácil empeño engañare; amante de la
verdad, aficionado al orden, suave en el trato, firme en las resoluciones, agradecido
a sus bienhechores, en la amistad constante, en el estudio incasable, duro y
fuerte para el trabajo. Oía con placer los consejos de los amigos y respetaba
la opinión de doctos; pero cuando su convicción o su conciencia le impulsaban a
obrar de una manera, todos los esfuerzos del mundo no fueron bastantes a desviarle
de su propósito. Esa es la base de la justa reputación de Jovellanos: los hombres
nacidos a gobernar y a influir en las sociedades humanas, se han de distinguir
más bien acaso por el carácter que por la inteligencia. Con largos estudios y
con un ingenio privilegiado, pero con un carácter débil, se puede ilustra o causar
asombro a la humanidad, pero no se gobierna.
Cándido Nocedal
lunes, 21 de enero de 2013
Sobres con membrete
Agarrados los tiene Bárcenas. Por donde te diré,
morena. Los sobres iban con membrete y número current. Luis Bárcenas no es un
paniaguado de graduado escolar y aparcamiento de gasolinera que desprestigia
nuestra alta delincuencia política. No se sale del Icade de Comillas sin saber
la diferencia entre ética y moral, si no de modo un integral, si en su forma,
llamémosle, técnica: si la moral prescribe desde fuera para la salvación del
grupo, la ética, desde el yo, no acaba nunca de producir flotadores para cuando
llegue el sálvese quien pueda. Así van pasando de paraísos fiscales boreales a
los tropicales sin que los zapatos de ante sufran con el polvo del camino o con
el cieno de las cloacas.
- Y con tanto salto uno acaba en Salta.
Ahora, con gran trompetería mediática, anuncia
Rajoy auditorías y querellas que como siempre principiarán de infarto y
acabarán en vahídos de novicia. Sólo Esperanza Aguirre va a la raíz
del mal de nuestra partitocracia: airear tribunales y regenerar unos partidos acogedores
de todos los pepiños que no tenían
donde caerse muertos y de todos los bárcenas
que siempre resucitan por vivos.
domingo, 20 de enero de 2013
Melenas al viento
«Pero lo que más llamó la atención del pueblo [de Sevilla] fue la falta de la peluca con el traje de toga, el buen orden y gracejo con que llevaba el pelo, su buen aire y noble presencia.»
Ceán
Bermúdez
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