viernes, 20 de septiembre de 2013

Catalanes por España


   Prometo que este será mi último veraneo unplugged. El periódico no se hizo para la brisa marina ni el ipad para los espacios soleados. Para colmo, el calor y una dieta anémica en wifi hacen que las noticias se conviertan en una papilla televisiva que no traspasa el cuero cabelludo. Gibraltar, los eres, Bárcenas, Madrid 2020, Bale, Chacón en Miami, Casillas-López, Casillas-Valdés, Casillas-Torres Dulce. Todo me chorrea sobre los polvos de arroz convirtiéndose en plancton adobado con columnas de opinión al ralentí. Pero una información, que empezó muy pequeñita entrado agosto, perseveró y perseveró hasta lograr vencer cualquier resistencia craneal. Y aquí ha estado, dentro de la cabeza que hoy adorno como el garbazo en la boca del viejo. Se trata de esto: 'El Quijote' se escribió en catalán y Cataluña descubrió América.
   Según cuentan en un curso, congreso o mariscada patrocinado por el Institut Nova Història (no confundir con el Institut Novísima Cançó y su lema “Rajoy dime Palaures d’Amor o te meto L’Estaca”), un propio llamado Jordi Bilbeny, que funge de historiador, sorprendió al mundo académico en su siesta estival afirmando la catalanidad de Miguel de Cervantes y Cristóbal Colón. Tras una no muy ardua investigación descubrimos que también ha averiguado que en los Països Catalans nacieron los autores de “La Celestina” y “El Lazarillo de Tormes”. Y Santa Teresa, que la pela también está entre los pucheros. El actor principal del hecho más importante de la Historia de España y nuestros literatos más ilustres, no crecieron en la seca y fascista tierra mesetaria (España toda) sino que tienen un origen fresco y en valors como un caño de Xavi Hernández.
   Me huele a otro pasito para catalanizar España. Another Brick in the Wall. Y yo, si la respuesta de nuestros políticos y élites intelectuales no es contundente en favor de la verdad histórica, no voy a quedar como el tonto del pueblo. También pongo el cazo y digo: Que el haber cubierto antaño la cabeza del prócer asturiano, miembro de la Real Academia de la Historia, me habilita para desvelar mi personaje catalán oculto. Habló de un general muy famoso que en Madrit y alrededores se obstinan en considerarlo gallego. Su verdadero nombre era Francesc Franc y baso mi afirmación en que pocos catalanes han sido tan queridos en el pequeño país de allí arriba como él. Debió de tener una familia muy amplia que lo quiso mucho y una legión de amigos que lo veneró. No hay nada más que ver las fotos y las filmaciones de cuando ponía un pie en su verdadera patria chica cada vez que se zafaba de los grilletes españolistas. ¡Y qué multitudes se congregaban en las plazas cuando algún desagradecido forastero lo agraviaba!
 

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