Hoy, día de los Fieles Difuntos, el PSOE es un alma en pena.
En vez de entrar en la Santa Compaña en busca de redención, los socialistas,
tan enemigos de las tradiciones patrias, quisieron organizar una fiesta de Halloween
con el monotema gore del federalismo. Y claro un guateque tan hueco como una
calabaza de Wisconsin sólo podía llevar a la inanidad y al desconcierto. Así, Carmen
Chacón se ha desvanecido en la neblina, Susana Díaz se encuentra con la juez Alaya
en cada curva, Rubalcaba brujulea como un zombi y Alfonso Guerra (¡ay, Guerra!)
es un Dr. Frankenstein que cose y descose los trozos de la nación con la fe del
veleta. Es lo que da más miedo en España: un estadista.
Menos mal que Odón Elorza ha llegado al rescate de su partido
blandiendo el sota, caballo y rey del método progre de distracción frente a
parálisis y desvaríos: Francisco Franco Bahamonde.
El donostiarra busca convertir el Valle de los Caídos en “un
espacio para la cultura de la reconciliación, de memoria colectiva democrática”
y de “reconocimiento a todas las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura”,
tras la pertinente “resignificación y reconversión”. Cima del proceso es la
retirada de los restos mortales del Dictador. Más suerte tiene el cadáver de José
Antonio Primo de Rivera. Sólo se le cambiará de sitio. Se le moverá fruto de la
nueva nivelación de “la jerarquía funeraria”, pero seguirá saliendo en la foto.
A fin de cuentas todos sus homónimos dentro del progresismo le deben el nombre
y muchos, la dote azul mahón. El malo, malo, el malo fetén, el malo de película
mala escandinava, es el Franco. No pocos de los sucesivos dirigentes
socialistas desde la Transición lo sufren como al padre al que se le debe todo
pero sin las debidas credenciales del pensamiento dominante. Algunos, en su delirio,
se escudan en que explotaba a sus progenitores a base de cargos y coches
oficiales. Los siete cerrojos quedaron para el sepulcro del Cid; para el de
Franco, exhumación y aventamiento de despojos. Damnatio memoriae.
Son en estos complejos familiares donde se diluye el ideario
de la izquierda española, triturado por la realidad política, social y
económica del país. El PSOE debería cambiar su la E de Español por la E de Edípico.
Es menos mayúscula y el partido se acomodaría mejor en un espacio, si no físico, sí
sentimental.
Sólo iremos a peor cuando a Rubalcaba le vire definitivamente
la cara a Marty Feldman.
Para el 20-N, fantasmagoría
LAMENTABLEMENTE, ESTAS BERMEJAS ALMAS EN PENA VAN A ESTAR EN LA MONCLOA EN BREVE, SI NO MEJORA LA ECONOMÍA LO SUFICIENTE, EL GANADO IBÉRICO SE ENTREGARÁ A LA HORDA FENICIA COALIGADA. Y SI "ESPAÑA VA BIEN" YA SE OCUPARÁ LA ETA DE ABRIR LOS TELEDIARIOS. FUNCIONÓ EL 11M. ¿POR QUÉ NO HABRÍA DE FUNCIONAR OTRA VEZ?
ResponderEliminarEsperemos que no, aunque por fe en el votante español. Simplemente porque esta vez les salga mal. No van a ganar siempre.
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