«¿Con que V. ya estará prevenido de su blondo pelucón para encasquetársele como los demás golillas? Pues, no señor: no se corte V. el pelo: yo se lo mando. Haga que se le ricen en la espalda como a los ministros del Parlamento de París, y comience a desterrar tales zaleas, que en nada contribuyen al decoro y dignidad de la toga.» El Conde de Aranda a Gaspar Melchor de Jovellanos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ANTE ESTE PENSAMIENTO DAN GANAS DE NO PENSAR EN LO QUE USTED ESTÁ PENSANDO. AL LADO DE ESTO, LAS VICTORIAS DE PIRRO FUERON BICOCAS.
ResponderEliminarPero tenemos que seguir pensando y contándolo. Porque si no, no es que nos ganen, es que nos aplastan.
ResponderEliminarPOR SUPUESTO, QUERIDO DON MELCHORGASPAR. PERO LAS COSAS SE HAN PUESTO COMO PARA PONER LA CARA Y POSE QUE PUSO VUESTRA MERCED CUANDO LO PINTÓ GOYA
ResponderEliminar