lunes, 20 de mayo de 2013

Waterloo

Las resmas de papel biblia que se necesitan para relatar los tres años del Real Madrid de Mourinho sólo las igualan las vidas ejemplares de ciertos reyes visionarios y fatalistas. Déjenme que les cuente el párrafo que cierra este Waterloo de fin de época: el fallo de Özil ante Courtois.


La jugada lo tenía todo para dar un título y enderezar una temporada: la cabalgada febril, el pase en profundidad, el centro raso y medido, la aparición en el segundo palo. Pero Özil, zurdo cerrado, se llenó de 10, colocó un exterior pusilánime y el balón le llegó liso y hueco al portero. Otro zurdo cerrado, el Innombrable, se labró un prestigio buscándole los bajos a la pelota. Sabía que no importaba la dureza del disparo; sólo el engaño y la línea curva.

 
 


4 comentarios:

  1. El final ha sido auténticamente shakesperiano.
    Un entrenador acorralado,acosado,linchado,injuriado e insultado por la prensa en la campaña más atroz que se recuerda,traicionado por sus jugadores y pitado por una afición lamentable -salvo honrosas excepciones - que padece un síndrome de Estocolmo con el "señorío" del NO-DO y la fagocitación de pipas con sal. La puntilla nos la dio "El Pupas".
    Lo dichio:shakesperiano.

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  2. También el final ha tenido algo de arnichesco. Que es más nuestro.

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  3. Y EL PRÓXIMO FINAL DE ESPAÑA SERÁ UNA MEZCLA DE TRAGEDIA GRIEGA Y ZARZUELA, CON SU TOQUE "ESTEPAISEÑO" DE PELÍCULA DE SANTIAGO SEGURA O ALGÚN OTRO TÍTERE AL USO.

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  4. El títere se concebirá entre Rajoy y Rubalcaba.

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